Laideliz Herrera Laza

Los escandanabrios

 

Los escandanabrios son pequeños seres 
que habitan en copas llenas de sueños. 
Se mecen en el aire de las praderas,
y animan a los que han perdido el camino.

De ellos no se ha escrito, tampoco de mí.
Son tan importantes que logran ser olvidados con facilidad.
Si un escandanabrio muere, 
a nadie se le tuerce una uña,
ni le da un fuerte estornudo, 
ni bosteza.
Solo muere.

Cuando entran mis manos 
en la copa de los sueños, 
las saco llenas de escandanabrios, 
entonces los pongo en el suelo, 
me acuesto.
Se suben sobre mi cuerpo
y me hacen cosquillas 
con sus diez paticas. 

Cada uno tiene diez pequeñas paticas
que no se les ven para contarlas. 
Son pequeños y habitan en la copa 
llena de sueños, 
ya lo he dicho.

Recuerdo que soy la única interesada
en recordar a un escandranabrio.
Me hacen reír. 
Ellos se dan cuenta 
de que estoy muriendo. 
Detienen el cosquilleo. 
Se salen de mi blusa
y se guardan silenciosos, en fila india, 
dentro de la copa de los sueños.

Vuelvo a meter las manos en la copa. 
Hubiese querido más cosquillas. 
Los escandranabrios huyen. 
No quieren que sea olvidada como ellos,
en una lujosa copa de sueños, 
donde nadie más meterá sus manos
para hacerse cosquillear.