El pretexto de la almohada
no sustituye su ausencia
El canto de las piedras
con las manos del mar
vuelve y se va
La sensación de algo permanece
la constancia del sonido
y los brazos Intentan llegar
Canta la respiración en la noche
a lo lejos el mar y las piedras
en su habitual concierto.
II
Regresé a la seguridad de mi cama y mi cobija
de la almohada y mi razón
Al ejercicio resiliente a mi resignación
Regresé a la fábula del zorro y la uva
a la reflexión del decreto
Lo que ha de ser será
Volví por batería
darle carga o comprar una nueva
Regresé en calma y con paciencia
Con sabiduría para no empeñarme
en cambiar lo que no puedo
He regresado a la palabra
Mi cama y mi cobija
Esperan el abrazo,