El abismo parece no terminar creí tontamente que aferrándome
-como un gato lo hace con aquella cortina que adorna tu hogar-
¡creí tontamente que entregando mi alma y mi tiempo, me llegarías a amar!
Pero no fue más que una linda broma del destino. El despiadado y vil, que solo me hizo sentir lo más glorioso de un amor incandescente, para luego, con una sonrisa burlona, que emanaba de todo su esplendor, me dejara caer a lo más desolado, profundo, frío y triste de la miseria misma.
Pero no es tan malo como parece.
Me niego a aceptar, que aquel rayo de luz, que me cegaba mientras caía a la obscuridad, sea el último. Me resulta optimista pensar que podré salir.
-¡Quiero salir!- Grito, mientras me hundo cada vez más y más, ¡Cada vez más y más!...
-Ya estoy harto- Murmuro en la inmensidad de la nada mientras veo pasar los años...
-¿Qué es eso?- Me pregunto mientras entrecierro mis ojos para divisar con más detalle. Golpea fuertemente contra mi, una linda y hermosa silueta colorida. Esta, que al instante mismo de impactar, se aferró a mí.
Me resulta hermoso ver cómo todo su ser, emana con dulzura y calidez aquellos colores que en mi niñez, amaba observar con detenimiento mientras la lluvia decía adiós, difuminando el cielo con una pequeña brisa, y esta creando a un glorioso ser como tú.
Tú eres ese arcoíris que me hacía creer que la humanidad no era tan mala, que la vida en sí, no eras más que un regalo. Que, con sus colores vívidos me hacían sentir lo más pleno posible.
El rojo intenso que se veía en la cima de tu ser, este rojo que se representa en ti como una cabellera larga y sedosa.
El naranja que adorna tu rostro con cada peca observable.
Así mismo el amarillo, hace su aparición mientras que se asoma por la hermosa sonrisa de la cual tú eres poseedora.
El verde que usas como prenda solo para embellecer más tu figura.
Ese violeta que marcan bajo tus dulces ojos, las horas que llevas sin dormir.
Todos estos colores te representan.
-Siento que olvido algo- te susurro al oído, mientras que lentamente y sin notarlo, nuestros labios se fusionaron en un aura de calidez y esperanza que nos rodeaba. Esa sensación jamás voy a olvidarla.
Abro los ojos lentamente para poder observarte... Pero no estás.
Me quedo desconcertado mientras que el intenso AZUL que decora el cielo me hace recordar que hacía falta un color para describirte. Cómo podría yo amarte si no puedo reconocer lo más hermoso que tú tienes. Ese azul que aún no descubro qué es, ese color que me es imposible ver en ti.
Creí que era otra burla del destino, pero no me dejó caer. Está vez no.
Después de años me doy cuenta que no estoy dentro del abismo, y eso me hace plenamente feliz.
-Azul, te recuerdo con gran amor- digo mientras veo con lágrimas en los ojos, como al caer la noche, te vas a descansar.