Un gigante vino hoy a verme
agazapado en mi jungla observé;
sus pies dejaban huellas en el barro
y una niña de rubias trenzas
con un pequeño metro en las manos
media sus zancadas.
Un gigante vino hoy a verme
con sumo cuidado tendió sobre mi
sus grandes manos
sin él quererlo y yo buscarlo
quedé atrapado.
Un gigante vino hoy a verme,
a estas horas,mi vida ha cambiado
y la niña de las rubias trenzas
duerme cada noche a mi lado.
Gigante es el amor en un corazón
enamorado.