A pesar de que en todos sus amaneceres,
Llueven las mismas gotas de los deberes,
La indeseable sinfonía del despertador,
Le grita a sus parpados que el momento de levantarse llego.
Un aeróbico ritual de sensualidad desnuda en la cama,
Yace sin harapos todas las noches y madrugadas,
Mas esa noche se había acostado vestida con las sabanas,
Y los harapos que la cubrían, esta vez ilusiones se volvían.
El mundo se torno a ella transformado sus fantasías,
Tenía a su príncipe que a su lado se dormía,
El día era noche y la noche eterna se volvía,
¿Es un pensamiento o es un reflejo de mi fantasía?
Mil veces en su mente ella repetía,
Cuando los azotes su cuerpo entumecían,
Los látigos de besos que textura de labios tenían,
Los que ella prefería antes de caer rendida.
En esa superficie suave se movía,
Se estiraba con tal armonía,
Que si pudiera verse a si misma se impresionaría,
No hacia nada, más que vivir una alegría.
Ella estaba allí dejándose comer, dejándose vivir
Suspirando por un minuto más que latir,
Esperando más razones para sus alas batir,
Simple, bajo su príncipe dejándose percibir.
Como termina de rápido la eternidad de una noche,
Ahí viene de nuevo el rutinario reloj,
A tocar las mañanitas del despertador,
Gritándole a los parpados es la hora del labrador,
Y nota ella que la noche fue una lluvia que su cama mojo.
Written by: RAP
Robert Adrian Alberto Perez.