Mi ventana
(Quintillas)
Mirando por la ventana
que el recuerdo deja abierta,
veo mi tierra, que galana,
sonríe a la vida incierta
alumbrado la mañana.
De oro y plata la dehesa
viste de sol y rocío,
mi mirada se embelesa,
me inunda su poderío
y mi corazón la besa.
Mece el aire los trigales,
perfumándolos de jara.
Me saca de mis cabales
esta vivencia tan clara
de mi ser entre jarales.
Campos dorados de sol
que brillan como diamantes,
atardecer de arrebol,
vida y color fulgurantes
en su mágico crisol.
Es la dehesa extremeña
la reina de mi recuerdo,
de mi añoranza la dueña,
la emoción en que me pierdo
cuando mi corazón sueña.