La queja sin sentido
Nos quejamos sin sentido, si llueve por si nos mojamos, si sale el sol por si tendremos calor, si trabajamos por si tenemos que madrugar, si aquel gana mas que yo o si el otro tiene una casa al lado del mar, nos quejamos siempre de aquello que no tenemos.
Y si le damos la vuelta a ese pensamiento y cuando llueve nos alegramos al no haber sequía, que decir si sale el sol y tenemos la oportunidad ver un nuevo amanecer, ¿porque no nos decimos a nosotros mismos que el mas gana es el que mas feliz vive, no el que mas tiene?.
Todo influye y la vida está para disfrutarla, hay que valorar lo que te llena, lo que tienes y aun sea poco sacarle todo el jugo posible, se consciente de lo afortunado que eres por respirar sin una bombona de oxígeno, de poder andar sin una silla de ruedas y sin un bastón para guiarte por la vida.
Pero hay quien no puede ver porque es ciego, peor es el ve pero no siente, el que oye pero no escucha, el que aprende y no lo aplica, hay quien se lamenta de su mala suerte y otros hacen algo para cambiarla, se el tipo de persona cuyos sacrificios hagan que su vida tenga sentido.
Pensamos demasiado, hoy día está de moda mirar mas lo nocivo de una vacuna, pero no miramos los efectos secundarios de cualquier medicación o cuando salimos de copas lo que el alcohol hace en nuestro organismo, que decir de quien fuma o los que respiran un aire contaminado a diario.
Yo me vacuné porque quiero abrazar a los míos, no quiero enfermar ni que enfermen quienes quiero, pero seguro que desconozco su efectos, al igual que los conservantes y procesados en los alimentos que puedo consumir, el Co2, la calidad del agua, las ondas electromagnéticas o ver noticias negativas cada día en tv.
Por ello aprendí a ser consciente que no todo es bueno ni todo es malo.
Aprendí a decidir, si consumo o no un alimento, si aquello que veo es una perdida de tiempo, si puedo evitar lo nocivo en mi vida diaria, si puedo mejorar mi calidad de vida y llego a la conclusión que ya tengo una edad suficiente para hacer todo lo que me favorece, pero para ello he de cultivar primero mi mente.
Sabemos que hay días para todo, pero actitud solo una para todos los días.
Quejarse por algo no es productivo, productivo es hacer algo para no quejarse.
Jordi Etresi
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