Antonio C.

Noche

Las ondas melódicas no transmiten
ni una pizca de significado 
mero sonido vacío
Último canto de gorrión cazado.

El mundo diurno no es más fecundo
se pudre el alba sonriente 
se cobra calma la mente
No muere con profundo suspiro.

Se caen tremebundos mis sollozos
encuentra sosiego tu mirar
tu luz nocturna tan especial
Nuestro profundo conversar.

Pues dueña constante de mis sueños
eres. Bendecido explorador soy. 
Palpitante corazón te dedico 
el cosmos entero  para vos.