Silencio
quietud,
paz en la mañana;
rayos de sol se van colando
por la ventana.
Ni temprano
ni tarde,
no se escucha nada
ni motos, ni autos
ni perros, ni gatos;
nada
no hay sierras, ni alarmas,
ni gente cortando césped,
nada.
Disfruto,
la calma
la cama
de esta mañana fría de abril,
las frazadas calientes,
el cuerpo tibio de Claudia
me abraza en ensueño,
me escala
me ama;
la cama levanta
fronteras en la mañana;
adentro brasas calientes
Afuera…,
afuera el frío
¡Y la nada!