Pablo240

Soneto IV

Y si te digo que el viento llevaba

las sombras de un pasado donde tu y yo

veíamos florecer los jazmines

en la hora del silencioso beso.

 

Tú ya no estás, es cierto, para hacerlo

realidad. Pero algo de cielo llevas 

en la figura danzante de tu alma,

como un delfín no desiste en buscar el sol.

 

Más allá de la vida, y entre el fuego,

guardo tu recuerdo como horizonte

de risa en el frío, de amor en el mar.

 

Ah los caminos del tiempo me han dado

que solo a tí te quiera siempre al lado.

No estás. Tal vez te tiene la luna, tal vez el mar.