Cuando apago la luz
allá, la final de la noche,
cuando creo que ya no queda nada,
cuando los sueños traspasaron el cristal de mi ventana
cuando mis ojos callan
porque se han evaporado sus palabras,
quedas tú.
Cuando se marcha el sol,
Dentro del último cajón del armario
donde duerme la aurora
en el pequeño neceser, junto al espejo,
donde volaron los recuerdo muy muy lejos
vives tú.
Cuando quiero soñar,
regresar en el tiempo a través de un conjuro
o leer el futuro en las hojas de té,
cuando mi amiga la tristeza se ha marchado
en su carruaje azul
y mis fantasmas duermen otra vez,
vienes tú.
Y si despierta estoy
entre el ritmo de la vida cotidiana
en mitad de semana, sin tiempo que esperar,
cuando las manecillas del reloj se vuelven locas
y mis prisas provocan
y su vorágine me cambia de lugar,
sigues tú.
Ahí, siempre, presente,
latente, silente, impaciente.
junto a la cordura y en el inconsciente,
en pasado, en futuro en presente,
…sólo tú