Quiero levantar la mirada
sobre el valle de tu alma,
penetrar en tus ojos bonitos
como haz de luz fulgido.
Quiero, escudriñar en tu aura y
ya, en tu cercanía,
compartir caricias celestiales
para sentir la paz, que irradias.
Quiero, por fin, perderme
en el firmamento de tu vida,
y así,
recostado en nubes de algodón,
descansar mi melancolía, en ti.
Quiero, dejar volar,
a cielo abierto, mis sentimientos,
sin miedo a tropezar,
entre dormido y despierto.
Quiero vivir,
con la convicción de encontrar,
ese paraíso terrenal, que guardas en tí,
que todos merecemos soñar.