Oh, dulcinea.
Reverberación que extasía
de sentimientos,
Mi corazón te anhela y te proclama.
Mi corazón te anhela y te proclama
en esta noche en que el silencio
se apodera de todos los rincones
de mi alma atribulada y melancólica.
Oh dulcinea.
Exhalación de furtivos pensamientos,
emanación de flechas incendiarias
que al amor invocan.
Mi corazón te anhela y te proclama
entre las brasas casi nulas
de un sentimiento que adolece
de subterfugios y mentiras.
Oh dulcinea.
Bifurcación en donde el espíritu
no encuentra sosiego ni descanso,
no halla esa paz que tanto añora.
Mi corazón te anhela y te proclama.