Martes de otoño gris, último día
Noviembre: tercer acto, baja el telón,
agoniza el mes con final de actuación
y hojas secas por escenografía.
Ya cae diciembre, sin luz, sin día,
la noche se hace eterna. Se abre el telón:
acacias desnudas, fuentes sin son,
cellisca en altura, helada arpía.
Ya cae Navidad, como un antuvión.
Comediantes, niños con la alegría,
con la inocencia pura todavía,
sueños sin medida e ilusión.
Y evocan su infancia con desazón,
extras con papel de melancolía,
en este teatro que es la vida,
de la que un día Calderón escribía:
“es sueño, y los sueños, sueños son”