Existe en Chamonix un lugar idílico en los cielos
una montaña escarpada bajo agujas imposibles
donde descansa el silencio y hombres emprenden los vuelos
contra la fuerza de un tiempo de parajes imposibles
Presidiendo su cadena la aguja del mediodía
donde los amos de las cumbres dan el paso al vacío
la magia del Mont Blanc atrapa en hechizante melodía
sueños al riesgo de la vida en el basto precipicio
Es en el techo de Europa la cuna del alpinismo
deseada la cima en la montaña dueña del viento
hombres que coronan y otros que mueren con heroísmo
toda lucha por vida en dicha merece un monumento
Eternos amaneceres por encima de las nubes
y estampas blanquecinas que llenan el gozo del alma
todo lo que se da y no se devuelve allí lo recibes
brisas de libertad, felicidad, paz, amor y calma
Aitor Duarte Fernández