Freddy Kalvo

El abuelo y su nieto

 

Aquella noche de fiesta

sus ojos con su dulzura,

lo miraron;

y con su mirada presta

desbordada de ternura,

lo abrazaron.

 

Y con amor prodigaron

juntando sus corazones,

amorosos;

porque sus ojos brillaron

como luceros fisgones,

primorosos.

 

Porque la dulce mirada

del imberbe que ha nacido,

es tesoro;

generando su llegada

un amor que enternecido,

edulcoro.

 

Y su mano delicada

con su piel de terciopelo,

rememora;

la ternura acumulada

que revive hoy en su abuelo,

que lo adora.

 

Y en su abuelo ha revivido

su concepción amorosa,

por cultura;

que de nuevo ha recibido

y vuelto el alma dichosa,

su criatura.

 

Hoy los recuerdos volvieron

con el jardín de jazmines,

muy repleto;

y feliz amanecieron

disfrutando sus festines

con su nieto.

 

Permanecen en vigilia

cuidando el bello rosal

y el capullo;

porque aumentaron la filia

la fiel familia Espinal,

con orgullo.