No es solo el hecho, de aferrarme a tu pecho,
en la paz de algún lecho, lo que me hace temblar.
Es esta locura, que en mi cuerpo fulgura,
por probar la dulzura, de tu boca al besar.
No es solamente, entregarme al presente,
de tu sexo vehemente, como un juego de azar.
Es simplemente, refugiarme en tu mente,
y ocultarle a la gente, tu manera de amar.
No es ningún acto de infidelidad,
Es nuestro pacto de felicidad.
No es sólo tiempo, en que pasamos juntos,
relegándolo todo, mientras miras el mar.
Es el momento en que me dejas verte,
mientras busco besarte, hasta hacerte vibrar.
La preocupación, que hay en mi corazón,
es la simple razón de no verte llorar.
No es ningún acto de infidelidad,
Es nuestro pacto de felicidad.
No es tu amor prohibido, el que me ha cohibido,
cuando ya te has ido, con “otro” a soñar.
Es esta amargura, de apreciarte ajena,
en esta condena, de verte marchar.
No es ningún acto de infidelidad,
Es nuestro pacto de felicidad.
Y vendrá otro día, la triste agonía,
la impaciencia mía, y te llamaré.
Y con tu presencia, vendrá la indecencia,
y en un cuarto oscuro te desnudaré.
Y no será un acto de infidelidad
Será nuestro pacto de felicidad.