Esos amores intensos
que en el alma se amojonan,
nos dejan agudo rastro
como el que vibró en Verona.
Ardor que en la sinrazón
obnubila hasta la mente,
y da pulso al corazón
con latido efervescente.
Su vivir es como un sueño
atemporal y extasiado,
todo es locura y ensueño
y fragor desmesurado.
Aunque sin más condimento,
se esfumará en corto tiempo..
Jorge Horacio Richino
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