Porque la mano yace en la sombra.
Cerca de lo muerto, próxima a la vivo.
Donde se confunden esos límites,
donde hay algo del ser que oscuramente
nos apaga.
Yo vivo entre tanto, mientras la luz, alumbre,
y el sol disipe la niebla.
Pues en la linde de lo vivo, es donde
debo de estar-.
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