El vagabundo no necesita lotería. El vagabundo conoce la suerte. El vagabundo conoce la alegría. Porque desvela sin temor la muerte. La tierra es el país del vagabundo. Sus únicos límites son las fronteras. Qué pena como cambia el mundo. Y tú que ya no eres como eras. Prohibido aparcar. Pero si no tengo coche. Pues se tiene que alejar. Pues mire tengo un broche. Digno de admirar. Mírelo sin ningún reproche.