Bésame con sabor que sepa a vino,
ámame con amor soberbio y tierno;
quiéreme con la fuerza de los vientos
lleno con el perfume de los lirios.
Déjame que te adore sin prejuicios,
llévame por favor al suave lecho;
dame de tu calor su manso fuego
dándome de tu amor su dulce alivio.
¡Rásgate con pasión las vestiduras,
rompe las tradiciones ancestrales;
deja que por tus venas fuerte fluyan
llamas de los anhelos insondables;
llenos con los fulgores de la luna
que hacen de los idilios tempestades!
Autor: Aníbal Rodríguez.