Por ti, daría hasta la vida,
soy el hombre más feliz,
he de vivir para ti
porque sé que tú eres mía;
junto a mí, siempre caminas,
me ayudas a convivir,
eres tan noble y gentil
mi compañera bendita;
he superado las pruebas
que me ha legado el destino,
con tu guía y con tu entrega,
con tu cuidado y abrigo,
con la ternura más plena
por la que siempre suspiro...