Pequeñina de abuelita
luz que ilumina a papá,
locura de tu mamá
tan rosada, muñequita.
Tan ajena a las noticias,
tan inocente, tan tierna,
con tu belleza externa,
me provocas las caricias.
Negros ojos, tan abiertos
a horas del alumbramiento,
tientan a mis sentimientos,
y a este cariño tan cierto.
Solo te acunan mis versos,
pues alejadas vivimos,
mas sabemos que existimos,
las dos en el universo.
Va en el viento tantos besos,
que a tu cuerpo cubrirían,
te quiero pequeña mía,
cargarte sería embeleso.