De noche escribo un soneto
de luna y de blanca rima
pues la musa a mí me anima
y a su versar me someto.
En su dictado discreto
a la belleza me arrima
e impide que me reprima
acepto gentil el reto.
Andando se hace camino
el poema el alma llena
acaso será el destino
que clavó en mí la cruel pena
con justo y pensado tino
con versos el dolor drena.
-. PaR
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03122021