Matias 01

DEL AIRE...

Hicimos fuego del aire y pájaros

nerviosos y alegres

con cada suspiro en que se clausuraban

nuestras bocas;

Hiciste luz del aire, siempre

que te bailaba el corazón.

 

Creamos la sed en el silencio,

la sed de la sangre

que descubren los deseos que van

mucho más allá del tiempo.

Y creaste todo desde el aire,

para alguien como yo que salió

de la tierra.

 

Ya no sé del día, pero sí de los muros

que guardan todos mis muertos

y del vacío que ronda

detrás de las flores

que oyen

todos nuestros recuerdos.

 

Todo pasó como dijiste,

como querías. Partiste.

Y yo quedé aquí con el aire frío.

Solo. Con los ojos cerrados,

en esta prisión hecha de recuerdos,

pensando en cómo la noche

se llenó de silencio…

 

Diste ese salto y todo el aire -desde entonces-

se hizo odio, recordándome,

que ya no hay mañanas para mí.

Ya no hay.