Francisco 1987

Borrando huellas de una noche pesada

 

Lo he visto casi todo...

vi el ano de todas las niñas
la sangre menstrual de los motociclistas
vi la concha de Jesucristo
vi los pedos de los cerebros obtusos
vi la caca de los corazones sufridos
vi la maldición de las miradas de los negros obreros
vi las vaginas ansiosas de todas las mujeres
vi a la estupidez moderna de la vacuidad
vi las ideas caducas de muchos chicos
vi las tetas de todos los travestis
vi el veneno de la pinga de los sapos
vi el rencor de las nubes
vi la hipocresía de las casadas
vi la sorna de los ignorantes
vi a los autos cansados
vi a las drogas hablar con Dios

Vi la maldad de las rosas
vi la ignorancia de las redes
vi el vacío de las conversaciones
vi la inmadurez de los adultos...

Vi el miedo de los silencios
vi los culos peludos de todas las mayores de 30
vi la voz impostada de los hombres
vi los miedos de los planetas

Vi la inocencia de los angeles caídos
vi a las víboras filosofar
vi a las guillotinas caer sin compasión sobre los cajeros
vi a los burgueses sentarse en palos bien puntiagudos...

Vi a los actores porno amar y dejarse llevar y gemir en plena grabación
vi a los enfermos echarse a dormir en las pistas
vi a los niños asesinar presidentes
vi un espejo donde la fantasía era realidad
vi la falsedad
vi al dolor extremo
vi a la locura
vi a la demencia
vi al egoísmo de sociedades enteras temblar por 8 horas de silencio

Vi a Dios descuartizarme 
vi mi fealdad
vi mi falsa voz
vi a todas las mujeres deseando la punta de mi pinga

Vi a la virgen María follarse a todo Afganistán
vi a Judas lustrando zapatos
vi a los banqueros pidiendo limosna
vi un cielo plagado de infiernos
vi a Dios y era hermoso