Certidumbre, incertidumbre
son los caminos propios de la vida
que merecen algún tiempo detenerse.
Y si por ventura fuera que tropiece
con alguna decisión equivocada,
no importa lo que pueda sucederme
si logré encontrar una salida.
La luz de cada paso me asegura
al final no será una negrura.
Los hombres intentamos proyectarnos
mientras Dios hace alguna travesura.
Y en medio de ese juego quejumbroso
que alimenta las horas y los días,
me atrevo a levantar cada mañana
un rezo silente y majestuoso