Esta mañana con la alegre sinfonía. Me despierta Mozart con su talento. Se llena mi cuarto con su alegría. Mi alma se olvida de todo sufrimiento. Pasan siglos y su música es inmortal. Su música nunca muere. No conoce principio ni final. Su música cura nunca duele. En mitad de la noche. Suena el clarinete. Se apaga todo reproche. Me gusta verte. Cómo brilla tu broche. Volveré a quererte.