Quizás suene a pecado o sacrilegio,
sentir pena o dar pena de uno mismo,
pero estoy convencido que en silencio,
en muchos ahonda o contamina ese sentimiento.
Yo nunca pensé que yo lo sufría,
pero viendo un vídeo de psicología,
me di cuenta que algo o bastante tenía,
del niño de mi infancia pena ,sentía.
No es mala la pena de uno mismo,
la mala, la tóxica , es la contemporánea,
es estar derrotado y hundido en vida,
no ver al futuro capacidad de lucha ni salida.
Yo tengo mucha pena de mi mismo,
del niño que estaba siempre en desventaja,
del niño oculto tendente al ostracismo,
de la psicología inversa que se me aplicaba y martilleaba mi crecimiento.
Pero no, no es un sentimiento daniño,
ni oscuro, porque es histórico y pasado,
es eso sí bastante significativo e infinito,
y me permite sentir pena por el que esté en mi estadio.
Y ahora viene la conclusión de mi escrito,
si de la pena hacia uno mismo,
se crea la capacidad para sentirla por otro,
termina siendo una fuente inagotable de equilibrio.🤔