Estoy terriblemente muerto,
Muerto como el tiempo sobrante,
Hay muerte en la vida que nos juramos.
No quiero divagar palabras ni postrarme una vez más frente a sus ojos,
El abandono de uno mismo es la ausencia palpable de sentido,
No hay brazos que revaliden mi corazón roto,
Y los muertos se levantan para reclamarme,
Y los vivos no escuchan mi súplica.
Estoy muerto, terriblemente muerto.