J Alfredo MV

Vaya rostro

No había palabra,

en ningún idioma existente,

para definir aquello.

Deslizaba tranquilamente mi pulgar

por la pantalla, cuando tan sublime rostro

hubo de dejarme atónito.

Esos ojos tan profundamente bellos;

un inmenso calabozo detrás de cada delicado párpado,

inspiraban vértigo de sólo mirarles.

Bastaban unos segundos para sentir

cómo penetraban tu alma sus agudas

y largas pestañas.

Esa exuberante sonrisa, tormentoso deleite

perdido en el rosado de su labio inferior

pensar que teniéndole cerca,

absorbería tu esencia con un respiro

de esa respingada nariz perfecta.

Me sentí tan desdichado en aquel momento,

capaz de apreciar tan de cerca aquel exuberante rostro,

sin embargo estar tan distante de su alma,

de su cuerpo y de su ser