Son otros tiempos, otros días sin sabor a ti
Te miro en el reloj, del portal del tiempo que cerrado quedó.
La ventana que conoce el amor, no sabe nada de ti, las mariposas revoletean de dos en dos, las alas despliegan sin develar su color, los amantes de la esquina; ya no besan, solo se les escucha la voz.
Una tos, un eco que viene del corazón, un paño negro cubre la boca del enamorado que murio. Mientras la doncella teje un blanco clavel, con copos de algodón que avisora la muerte del que se fue.
Otros nacen sin labios, el corazón cuenta las horas, para ver el rostro que sepulcral quedó.
Nadie sabe que es un beso, el diccionario lo borro, todos se esconden de noche para nadie existe el sol.