Dicen que tras la colina
hay un valle encantador,
también dicen que allí espera
una vida superior.
Tan abrupta es la ladera
que no me atrevo a afrontarla,
pero se que aunque no quiera
tendré un día que escalarla.
Mi territorio me gusta
pues pasé mi vida en él,
lo nuevo siempre me asusta
y hasta me eriza la piel.
Así como vine aquí
sin siquiera darme cuenta,
algún día estaré allí
y seré polvo de estrellas.
Jorge Horacio Richino
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