Vine a buscarte y todo en ti era lejanía.
Lo sabía o lo imaginaba que tu luchabas.
Cómo no querer verte ahora, vida mía.
Te fuiste sin verme no sé qué pensabas.
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Tú sabías que yo con locura te amaba.
Cuántas veces oculta en la bruma te vi.
Prohibido era tu amor y yo me escapaba.
Con miedo y angustias mi amor yo te di.
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Yo no había creído en amar a escondidas.
Grandes angustias he pasado para verte.
Todos quieren manipular nuestras vidas.
Pero yo he jurado por siempre quererte.
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Ahora, ahogada en llanto no te entiendo.
Hoy me dices que te vas, que tú me dejas,
que me abandonas y yo no lo comprendo.
Es porque, tú de mí, nunca tuviste quejas.
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Muy penoso es este adiós, a vena abierta.
Sí decías amarme mucho, a cada instante.
Y jamás hubo entre los dos seria reyerta.
La verdad, no creí merecer tal desplante.
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Miraré tus ojos un rato más, para saber.
Tus ojos, lo sé, nunca me han engañado.
Pienso que, algo más grave, debe haber.
Ya que ambos, por el amor, hemos orado.
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Tuve horas de dudas que no dejé avanzar.
Cierto, creí que un día, nos íbamos a casar.