Nunca dijiste que te esperara,
nunca un gesto, ni una palabra,
nunca una seña que me indicara
lo que por cierto yo sospechaba.
Ahora tu vienes buscando nido
a ver si acaso yo te recibo.
El tiempo pasa querido amigo
¡Gracias al cielo, trayendo olvido!
Y esa barrera que interpusiste
entre nosotros, será castigo.
Cuando te acuerdes te habrás perdido
lo más hermoso, lo más grandioso
que nunca nadie te haya ofrecido:
UN AMOR SIMPLE, UN AMOR BELLO,
UN AMOR PURO COMO ERA EL MÍO.