Este amor por Dios es grande
que lo tengo sobre el alma;
su palabra ata la calma
que de morir ya se expande
la cordillera del llanto
por seguir su paso tanto
y en locura verdad ande.
Este don de bienvenida
lo concibo en el ensueño.
Tengo en placer muy risueño
la justicia de la vida,
para empezar la lectura
me da su literatura
para escribir su guarida.
Los salmos llevo presente
cuando escribo tolerante;
he intentado con mi mente
descifrar lo más cambiante
y en consuelo repentino
digo a Dios lo más divino
para afirmar lo importante.
Samuel Dixon [06/12/2021]