Rojo tinto
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Con tres copas de vino
veo mi vida pasar,
quizá equivoqué el camino
o es que nunca supe amar.
A una copa le sigue otra,
mis faz cambia su expresión,
mi alma que vuela se empotra
con la triste sinrazón:
de quién no puede besarte,
de quién no puede dormir,
de quién muere al extrañarte
pues sin ti no sé vivir.
El susurro de tu voz
me lleva a perder el rumbo
y resuena tan atroz
que de a pocos me derrumbo.
Te persigo te recuerdo,
te dejé en mi vieja Lima,
no sé si fui loco o cuerdo
ni si este acto me redima.
He de volver a tu lado
y este vino compartirlo,
tu alma me tiene domado
soy feliz, he de admitirlo.
Del perfume de las flores
que nacen en primavera
persigo aquellos olores
que me llevan a tu vera
y me embriago y resucito...
tu amor es mi pan bendito.
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Un beso y una flor
Alfredo Daniel Lopez
Úbeda España, diciembre de 2021