Es sublime el conocerte,
mujer de suave claror de plenilunio
lucero de amanecer prodigioso,
estrella infinita de hermosura sin igual.
***
Adormecido por la noche de tu pelo,
sueño con la efusión de poeta enamorado,
extasiado de tus encantos primaverales,
añoro cada nuevo día, ver el sol de tus ojos.
***
Tu belleza robó todos mis sentimientos,
como el tierno clavel de la mañana.
Tu presencia ha roto los secretos de mi corazón,
que en mi carne y espíritu se clava.
***
Mi sueño se ha vuelto nocturno peregrino,
en ilusión,
que vuela en alas de la fantasía,
aguardando tu presencia de aurora,
esperando tu imagen acrisolada de ensueños.
***
Mujer ... ¡ Albricia de cada amanecer !
estrella que quiero robarle al cielo
y con la magia del idilio,
convertirte en una bella rosa,
para contemplarte cada vez que sale el sol.
© Jaime García Alvarez