Valentin Von Harnicsh

Décima II

No aparto de mi mente turbada

la fría y final mano de la Parca,

cual mi hado ha sido en la infancia,

el miedo de esta constante vagancia

y la certeza de mi vida triste y aciaga.

He conocido las dulzuras del alma

y las miserias abyectas y buscadas,

he visto morir cada esperanza creada

y expresado a Selene amargas cantatas...

Invocando a quien hoy es mi visita esperada.