Veintiún siglos atrás
tres hombres que no eran magos,
llegaron hasta Belén
por brindar al niño halagos.
Preguntaron: ¿Dónde está,
el tal rey de los judios?
¡Pues nos dijo nuestra estrella
que el niño Dios ha nacido!
Los pastores del lugar
de inmediato los llevaron,
hasta el proletario establo
... sitio donde lo adoraron.
Mas éstos supuestos reyes
estudiosos de los cielos
supieron por una estrella
que nacía alguien muy bueno.
Cuentan que eran más de tres
los que expandieron su voz,
por todo rincón de oriente
... por la llegada de Dios.
Mucho más que simples reyes
y con muy amplia cultura,
se ponen de manifiesto
como muy sabias figuras.
Su actitud fue generosa
también con José y María,
y con su ilustre visita
dan a luz la epifanía.
Jorge Richino
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