Avanza el río
y corre, y se desliza,
por la ribera.
Marcha a las aguas,
eternas e infinitas,
del mar cantábrico.
Quiere dormir
un sueño bien profundo
junto a las algas.
Habrá corales
y peces que se agrupen
en sus burbujas.
Saliendo de ellas
relatos y canciones
de las montañas.
De donde viene
y crece en el deshielo
poquito a poco.
Así recoge
la esencia de los campos
y los ganados.
Con las aldeas
de fondo, y con sus gentes,
los labradores.
¡Cuántas leyendas
que guarda, muy celoso,
desvelará!
Rafael Sánchez Ortega ©
25/09/21