Luciérnagas,
invaden la ciudad,
algunas brillan,
en noches de violencia,
y bestias agitadas,
bajo la luna.
Su placer muere,
agita su hambre,
ha perdido su memoria,
ha perdido su asombro,
no comprende,
para que tiene alas,
o canta en las tardes.
Vuela y gira,
como ave rapiña,
en una ciudad,
distante.
Los pájaros,
no saben de libertad,
mientras duermen.
La codicia no duerme,
quizás, alguien despierte,
y dibuje en las paredes,
alas.
Las gotas de agua de un rio
sacian tu sed,
solitario en tu habitación,
adicto a la esclavitud,
¿Dónde has dejado tus alas?
Violencia en las calles,
te miras a ti misma,
¿Qué cosas miras?
No estas hecha de dolor.
Cuando caigan
las ultimas hojas,
desnuda comprendas,
estas hecha de amor.