Por un instante sentí la incandescencia de tu recuerdo
Sonreí inocentemente para asesinar el verbo llora
Y entrelazar mis manos como si te abrazara
Junto a las Dalias del jardín que contemplamos cada mañana
Era como unir palabras sin sonidos,
Juntando imágenes, detenidas en el tiempo
Volando junto a mariposas de insomnio
Mientras se estrangula el recuerdo
Sentí tu voz contando historias
Como cada día, cuando tu mano de niña
Santificaba mi rostro, erigiendo la vida
Me llamabas sin nombre, sin palabras, sin juicio
Por un instante, sentí tu figura recostada a mi hombro
A la sombra de mi aliento, proclamando un anhelo
Sembrando ternuras, anegando desiertos
Cada día, cada mañana, saludo tus ojos
Recuerdo tus frases
Dibujando entre líneas canciones y versos
Enlazando palabras de arrullo a tus hijos
Invocando ángeles, protegiendo a tus nietos
Por un instante, solo por un instante
Te abrazo y te beso