Sonrisas de niños hicimos un día
el tiempo es testigo de toda maldad,
siento un silencio de gran melancolía
que cubre lo que tengo en sinceridad.
Nuestro intento se queda tan inocente
de murmuro interno que pueda salir;
confío en tu nombre, también tu decir
para desatar las dudas de mi mente.
Contigo fue sueño que despertó tanto
la dicha de verte y contarte el secreto:
motivos me sobran, no hay nada concreto
existen palabras que sueltan el llanto.
Conozco tu vida, conozco tu historia
la forma se enreda si logro pensarte,
fuiste la cómplice de toda victoria
mas el tiempo ardiente que voy a ocultarte.
Sé tus delirios que también fueron míos
en cada momento de suprema entrega:
juntos triunfamos en grandes desafíos,
yo brindo por ti lo que todo reniega.
Guardo tus cosas con la plena constancia
que descifrar pueda tu más grande amigo:
escribo estas letras que dan la fragancia
con la que perfuma tu cuerpo mi abrigo.
Sonrisas de juventud te puedo dar
porque jamás me inclino de tus maldades;
no te pienso mal, procuro en ti soñar,
eres la primavera de las ciudades.
Me preguntan por ti, no les digo nada
a luz de tus actos, no guardo rencor;
les digo que finjo si doy carcajada
porque soy tu amigo, porque eres mi amor.
Samuel Dixon [08/12/2021]