Aquí se quedó tu ser
atrapada entre tus cosas,
entre tu ropa y zapatos,
entre tus libros y cosas.
Aquí has dejado el alma
como una sombra suntuosa
y el aroma de tu tiempo
entre pétalos de rosa.
Aquí se quedó el silencio
de tu voz y tu prosa,
poblando todo el vacio
con ausencias sin horas.
Aquí se detuvo tu huella
sin camino como las hojas,
de un otoño sin invierno
y una primavera que no brota.