Me gustas cuando
aún estás en silencio;
porque siento correr
el viento a tu favor
y cada noche,
nos amamos sin razón.
Aunque las constelaciones
no formen nuestros nombres,
un universo místico será la miel
a tus obsesiones.
Y sé que mi amor brindarás
por tus copas al azar
porque no podrás
escapar de aquel triste
final.
Quizás el destino melifluo
no extiendas sus alas
por miedo al frenesí
que no te deja ir.
Me gustas cuando aún
me esperas en silencio,
porque tus ojos marrones
penumbra mis recuerdos...