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**~Novela Corta - El Alma de un Fantasma - Parte III~**

Si Perita con sus ojos de color verde como el peridoto sólo se siente como el aire sucumbir dentro de su propia alma y buscando un tiempo para el amor con Ruíz. Cuando en el alma de Perita tiene miedo, pavor, y desconciertos en su alma, si dentro del ocaso vivo se vió aterrada cruzando el estandarte de reír a solas dentro de su esencia y de su sola presencia. Porque cuando quiso ser exacta y con la luna se viste de nácar, cuando en la noche se siente como un derrumbe total de su pensamiento. Si en su afán de querer amarrar el dolor a su alma fría, sólo ella Perita lo siente así. Cuando en su afán de dar con la única solución con la verdad se vió fríamente fría, en obtener una rica solución en llevar a su alma por los circuitos de la luz dejando caer en el oriente a sus ojazos de color verde como la misma pera o como el mismo peridoto. Si ocurrió el mayor desastre de dar con la única sensación de ver el cielo mágico y trascendental de creer en el mismo desierto, de un numen fraguando la mentira de que lleva una soledad de un mal inconsciente. Cuando en el alba se sintió como el mismo acecho en creer en el mismo silencio y la paz que le da sentirse parte de la luz mágica por donde se pasea a través del bombillo de la luz. Porque en la alborada pensó en ser parte de la atracción efímera que le dió en perseguir a Ruíz, si ella cree que él le habla a través del bombillo de luz. Cuando, de repente, Ruíz se vió frío y tan gélido como el desastre de creer en el alma sin más ni más. Porque cuando en la reyerta perenne de dar con el tiempo y más con la noche vestida de un nácar de luna se vió atemorizada de una inseguridad cuando Ruíz le preguntó algo desde su inteligente inteligencia que es lo que busca Perita como una perita de luz, descendente y fría como la misma luz. Porque cuando en el alma se vió fría e inerte como la luz que persigue a Ruíz, dejó de creer en la luz como un frío camino y desea lo que más quería Perita, bajar de esa luz y quedarse para siempre con Ruíz. Cuando en la alborada se vió como el mismo refrán dedicado al alma fría, cuando su alma vá por la luz inerte dejando estéril el corazón y alumbrando con luz a todo un siglo, si desde que la noche se hizo noche desde que Perita pertenecía a la misma luz, la cual, persigue hasta el fondo de todo a Ruíz por su vaga inteligencia sin él saber nada. Porque cuando en el tiempo y más en el ocaso frío se sintió como aquella vez en que el desastre se vió atormentada de un escandaloso tormento. Si en el alma se vió fría y con un desastre de esos en que se cuece el dolor. Cuando en el alba se siente como el frío nefasto de dar la sabiduría innata de dar con el reflejo de un sol en contra de una luz apagada que por el día es así. Cuando en la mala situación se vió aterrada al frío de un sol y tan frígido y friolero como su cuerpo y más su alma exagerando hacia el mismo infinito de luz vacío en el mismo universo. Y Perita cree en el desierto efímero, pero, tan perenne como la misma ilusión de entregar el instante en que se pierde el ocaso y llega la noche fría a encender el bombillo de luz, otra vez. Y sintiendo el vacío inocuo de creer en el sol, a cuestas de la única razón se convirtió en un ademán y tan frío como la misma piel mortífera y tan letal, como la misma luna presa en una presea de plata, pero, ella Perita, sólo quería amar y en ser amada, pero, no, no lo ha logrado aún. Cuando en el tiempo y más en el ocaso, otra vez, y de un nuevo día, cuando en el trance de la verdad, sólo quiso en ser como el frío o como el mismo desastre de creer en el bombillo de luz, cuando en el trance de la verdad se aferró al mal deseo de dar con el amor tan efímero. Y destrozando el alba primaveral, se sintió fría y delicada, cuando en la alborada se dió el frío mal consecuente de creer en el delirio frío. Si en el cielo cayó Perita como un buen relámpago de una tormenta fría como el desastre de creer en su alma querida. Y su alma queriendo amarrar el deseo se fue por donde el alma cuece de una desventura mala, pero, tan inocua descendencia. Cuando en el alma de Perita corre hacia la misma luz cuando el deseo se vió perenne y tan frío como el mismo desafío y tan inerte de creer en su alma devastada de fríos inertes. Cuando su alma se aferró al deseo muerto de dar con el alma un sólo misterio y un secreto en el alma fría. Y querer amar quedó Perita como la pera del color de sus propios ojos dando luz a la magia de un sólo deseo en que se convierte la luz en el planeta azul. Porque cuando en el alma corre por los circuitos trascendentales de la luz y es Perita la que intercede de espantos nocturnos cuando en el alma quedó como una verdad en aquel bombillo de luz. Cuando su alma quedó divagando en la luz de aquel oriente por donde más pasó entre los cortocircuitos de aquella bombilla, en la cual, se siente como el frío invierno que pronto llegará. Cuando en el alma de Perita quedó como el mismo desenlace frío de mirar a su propio rostro en crear en el ámbito circuito de la luz un ademán tan frío como ver a su propio rostro. Cuando a su vez en el ocaso se vió el frío inerte de ver y de sentir el trance de la verdad del frío en la misma piel. Porque en el aire se sintió como el mismo desafío, cuando Perita como sus ojos son del color de la pera y como el peridoto se vió en los ojazos de Perita y Ruíz la mira, él Ruíz, observa de que existe alguien en la luz, como la fantasía de creer en el amor a primera vista. Cuando, de repente, se vió Perita como la verdad más impoluta cuando en el alma de Ruíz crece como el cielo es tan alto. Cuando en el alma de Perita se vé devastada de fríos y de un sólo instinto en que se gana lo perdido. Y, así fue, Perita, como sus ojazos verdes en la luz del bombillo de luz, cuando en su alma logró una sola cosa, que su alma se fue como sin rumbo y con buena vibra hacia el mismo cielo donde se halla Ruíz, y buscando la mala suerte de creer en el combate de dar con el mal circuito de marcharse la luz y pierde a Ruíz en plena oscuridad cuando Perita con ojos de color verde quedó como el peridoto la gema de color verde desendo amar a Ruíz. Cuando el alma de Perita se vió fríamente deseable a los ojos de Ruíz, cuando en el alma de Perita se vió atormentada de fríos inestables de esa alma exagerada de espantos nocturnos, cuando en el trance de la verdad se vió aterrada de un miedo cuando Perita lleva más de un siglo en el bombillo de luz y se apagó de tal manera que casi pierde a su propia alma. Y deseando amar a Ruíz quedó ella tan prendida y tan encendida como la luz en el bombillo de luz, cuando en el trance de la verdad, la oscuridad la llevó lejos de Ruíz. Cuando en el alma se vió como el mismo instante en que se dió como aquella vez en que se hechizó la forma de ver el trance de lo imperfecto llevando lo inerte de la luz, hacia el mismo cielo. Y andó Perita por el circuito de la corriente de luz, buscando el tiempo y más que eso el amor de Ruíz. Y se volvió y se volcó en una eterna locura la búsqueda de Ruíz en el bombillo de la luz. Porque en el instante de creer en la mala suerte se tornó desesperadamente inocua, pero, maligna como el mismo mal. Y literalmente e inconscientemente mala como ese fuego que la devoró en el bombillo de luz, porque buscando a Ruíz, quedó en el trance de la verdad y se vió como el mismo tormento de creer en el alma ciega que por buscar en el alma de Perita exagerando lo que conlleva una dulce atracción, de creer en el suspiro de dar con el alma pidiendo ayuda con buscar a Ruíz, se vió Perita como una perita desnuda en el bombillo de luz. Cuando en su alma se sintió como el más de los suaves instantes, pero, tan ruda como tan insolvente en el bombillo de la luz. Y Perita siendo la más delirante de las veces y la más latente de los misterios y de los sueños devastados de iras y por los más nefastos de los tiempos se sintió como tan patidifusa cuando en su alma quedó varada allí mismo buscando al alma de Ruíz. Cuando el alma de Perita insolvente, pero cruda como la realidad, se vió en un sólo tormento deseando amar quedó Perita, como un juego al azar. Si el alma de Perita se vió como el mismo fuego de ver el cielo de tormenta cuando pierde a Ruíz en el bombillo de luz.  

 

Continuará……………………………………………………………………………