Hay un furtivo afán de admiración en decirte: que quiero violarte.
Un deseo ardiente, que quema calcinando todo en derredor.
Un ansia que se abre como el sésamo a punto de florecer; sin pedir permiso, y se lanza a los océanos de la lujuria lejos de las tierras dónde habita el pudor y la razón.
Ya lo decía Picasso: \"El arte no es casto\" y tú eres arte deambulando sin salvoconducto lejos de mis manos que ya no puedo soportarlo.
No es románticismo típico; pero que se jodan los románticos si en sus historias infames siempre muere el ser querido.
Nada más tétrico que eso.
Siendo así: me vanaglorio de esta sensación que me impulsa a saciarme de ti...
En violarte hay matices ocultos
Un acertijo por resolver.
Un misterio que apoca; pero puede más resolverlo.
Una cuestión de semanticas.
Un juego de palabras y miradas.
Una amenaza constante en este juego de ajedrez que me has hecho jugar y siempre me das un jaque para variar.
Es un sinónimo de mi anhelo.
La coartada perfecta de mi orgullo.
Si me lees a fuego lento
Sabrás... Lo que oculta mi perversión.
Violarte no es violar: si es el corazón el que me impulsa hacia tu boca.
Aunque el éxtasis se empeñe en mancillarte.