Aléjate tú, por favor
porque yo no puedo.
Es tan corto el espacio que separa mi anhelo,
es tan fuerte el impulso,
acuciante el deseo,
una trampa en la mente que aniquila mis miedos.
Aléjate tú por favor
¡Es que yo no quiero!
Si cruzara ese puente
que separa mis sueños
de las crueles verdades que detienen mi empeño
invadiendo tu espacio,
no estaría en mi derecho.
Yo no puedo alejarme
aunque ¿sabes? lo intento
y en un cruel disimulo
se mantiene en silencio
la más cruenta batalla que se libra en mi pecho.
Aléjate tú, por favor
Porque yo no puedo.
No estabas en las líneas
de mi mano, lo entiendo;
no quisieron los hados que arribaras al puerto
donde acaso anhelara
navegar en tu cuerpo.
Aléjate tú, que te alejes te ruego.
Si doy un paso en falso
hacia ti, me condeno
y sería inevitable desatar un infierno.
Mantener mi distancia
si te alejas, prometo.
Me abstendré de intentarlo,
lucharé contra el miedo
de tentar a la suerte,
de hacer trampa en el juego.
Pero aléjate tú, por favor
porque yo ¡ya no puedo!