Nunca me despediré de nuevo de ti,
siempre estaré por ti y para ti.
El que no te llame o escriba,
no significa que te he dejado de amar.
Al saber que ya hay una distancia,
me ayuda a comprender tu indiferencia.
El adiós no está en mí,
está en tu frialdad y olvido.
Solo en ti está el desprecio,
de ti recibo solo la espalda.
Todos los momentos hermosos,
murieron en tu corazón.
En tu mente y alma,
quedan las amarguras y el desamor.
La despedida es amarga,
pero el adiós es peor.
Solo recuerda una cosa,
que yo por ti lo daré todo mi amor.
G3